La abuela Damiana Torres y sus tres generaciones descendientes. Guatis o mujeres de las montañas de Yosagaka, Cuenca alta del río Guatapuri, resguardo Arhuaco. Fotografía de Daniel Mateus, 2016.
Alfonso y Celestino Torres en lo alto de Tutucarua, pico montañoso de Yosagaka donde habita la madre del trueno. Fotografía de Daniel Mateus, 2017.
Bernardo Torres, mamo del pueblo Iku hace un alto en el filo de Yosagaka que conecta los ríos Guatapurí y Donachuí. De toda la región, él es el único mamo que viste totalmente de blanco y no usa ninguna mochila con diseño ni rayas. Fotografía de Juan Sebastián Zapata, 2019.
Son los cerros de San José y Maruamake ubicados en la cuenca alta del río Guatapuri y cobijan las poblaciones kankuamas de Chemesquemena y Guatapuri. Fotografía de Daniel Mateus, 2015.
Conocidos como los iku o ika son “gentes pacíficas y de la nieve” que habitan la vertiente suroccidental de la Sierra Nevada de Santa Marta, comprendida por los departamentos de Cesar, La Guajira y Magdalena. Su lengua es el Iku, de la familia lingüística Chibcha.
El mamo es el hombre de conocimientos que ejerce la espiritualidad y la política en su territorio. Él, a través del mambeo (hoja de coca y cal) y poporeo ejerce la espiritualidad que busca la protección de la Madre Naturaleza y la Sierra, considerada como el gran cuerpo humano. La mujer, en sus artesanías teje los pensamientos y la historia del pueblo.
En el resguardo de los Iku se encuentran parques arqueológicos y naturales, escenarios de encuentros y disputas entre las comunidades, el Estado y los grupos armados que controlan el territorio para el tráfico de drogas. Igualmente, en los últimos años su territorio ha sufrido cambios a raíz de la deforestación y la quema de bosques primarios.
Por otro lado, las luchas contra el Estado por el reconocimiento de la Línea Negra (su gran territorio) ha generado persecución de sus líderes, causando así, graves impactos espirituales que desarmonizan el mundo de la humanidad.
