En los tiempos de la conquista y la evangelización los hombres Bari se defendían utilizando arcos y flechas envenenadas. En la actualidad estos objetos son usados para la caza de animales de tierra y aire.

Barís, barira, dobocubi, cunausaya son “gente de agua” o también se les conoce como “pueblos guerreros”; viven en la frontera con Venezuela en la Serranía de los Motilones, departamento del Norte de Santander. Para la época de la conquista ocupaban un extenso territorio, desde Los Andes venezolanos hasta la Serranía del Perijá. Su lengua es Baria Ara y pertenece a la familia lingüística Chibcha.

Viven en grandes bohíos o casas comunales donde realizan sus bailes y encuentros entre las familias para los festejos en agradecimiento a Saynaydódjira, el gran dios que enseñó a los primeros pobladores a pescar, cazar y a cosechar.

Los enfrentamientos entre el ELN y el EPL, así como las amenazas a líderes y los desplazamientos forzados son las afectaciones que más impacto negativo ha generado entre los pobladores.