Fotografía de Vanessa Teteye. Archivo ONIC.
Los bora o meamuyna habitan en la parte baja del río Igará-Paraná (Colombia) y en las orillas del río Ampiyacú y Yaguasyacu (Perú). Se auto-denominan como gente del centro y conservan su lengua materna: el bora, de la familia lingüística del mismo nombre. Los bora son gente de coca, ambil y tabaco. Estas son utilizadas por los chamanes para ver mejor el mundo, para sanar el cuerpo, el alma y para armonizar los “maguare” o tambores utilizados durante el acto ritual del nacimiento. En sus malocas, sitios de vivienda tradicional, descansan y preparan sus alimentos.
El mamo es el hombre de conocimientos que ejerce la espiritualidad y la política en su territorio. Él, a través del mambeo (hoja de coca y cal) y poporeo ejerce la espiritualidad que busca la protección de la Madre Naturaleza y la Sierra, considerada como el gran cuerpo humano. La mujer, en sus artesanías teje los pensamientos y la historia del pueblo.
El asentamiento con mayor población se llama “provincia de sólo boras” en Tarapacá, poblado fundado en 1909 por peruanos que se dedicaban a la explotación del caucho y la quina; tareas que generaron esclavización, migración, ruptura y reducción considerable de la población.
