"Nosotros adquirimos los conocimientos en el río, jugando, pescando", mujer del pueblo Murui. Fotografía de Patricia Suárez-archivo. Archivo ONIC.
Cocina tradicional del pueblo Murui donde tuestan el ají y cocinan la yuca brava para preparar el casabe y la fariña. Archivo ONIC.
La gran maloka, lugar de encuentros para danzar y cantar. Archivo ONIC.
También conocidos como Uitotos, son gente del tabaco, la coca y la yuca dulce. Su territorio ancestral comprende las orillas de los ríos Caquetá, Putumayo, Igará-Paraná y Cará-Paraná. Se identifican como muruis "gente del occidente" y como muinane "gente del oriente”. Hablan varios dialectos, dentro de los cuales sobresalen la Mika, Minika, Búe, Nipode y Noferuen de la familia lingüística Uitoto. El trabajo ritual recae en Numáiraima (chamán), quien a través del consejo, cantos y danzas curan las enfermedades. Para ellos, las palabras son semillas, y las semillas son también palabras. La fuerza de la semilla está en la palabra. La organización social y política es direccionada por los cabildos.
Entre las décadas de los años 1940 a 1970 del siglo XX, la esclavización de las empresas caucheras, obligó a un importante número de la población a desplazarse hacia Perú y Ecuador. No obstante, hacia los años ochentas lograron retornar a sus territorios, logrando constituir —años más tarde— el resguardo Predio Putumayo.
Actualmente la siembra intensiva de coca, los pozos petroleros y la deforestación, son las principales afectaciones que desarmonizan la vida y el territorio de este pueblo. La pesca era la principal fuente de alimentación, pero su consumo ha significado “estamos muertos en vida” porque están contaminados con mercurio.
