Las viviendas tradicionales han sufrido leves cambios tras la llegada de las empresas petroleras. Sin embargo, la mayoría de los habitantes, especialmente los mayores, prefieren las viviendas tradicionales. Archivo ONIC.
En la sonrisa femenina está la belleza y el poder del dios Kubay que cura las enfermedades. Archivo ONIC.
Abuelo sikuani embellece su rostro con pintura natural antes de su trabajo espiritual y de trance. Archivo ONIC.
Horno para tostar el ají, que luego es pulverizado. Archivo ONIC.
La espiral en el rostro de una mujer sikuani simboliza sabiduría y liderazgo. Archivo ONIC.
También conocidos como los Jiwi son gente del yopo y viven en los departamentos del Vichada, Meta, Casanare y Arauca, entre los ríos Meta, Vichada, Orinoco y Manacacias. Su lengua madre es Waü y pertenece a la familia lingüística Guahibo. La organización política recae en el cacique, capitán y el gobernador.
El mundo espiritual es dominado exclusivamente por los médicos tradicionales, quienes utilizan llamativas coronas adornadas con plumas, garras de tigrillo y gavilán para la sanación de las enfermedades. Asimismo, ellos dirigen la elaboración de los bancos de pensamiento que llevan inscritas simbologías, como la tortuga, jaguar, pez y búho. Además, estos bancos tienen inscripciones de figuras circulares, estrellas y espirales que representan los tiempos sikuani, los conocimientos y los procesos de resistencia en sus territorios.
Durante la colonización fueron considerados seres sin alma e inferiores a la civilización occidental. Fueron víctimas de los colonos ganaderos, quienes practicaron las guahibiadas o cuibiadas que hacen referencia a las cacerías de indígenas; adicionalmente fueron víctimas de las encerronas.
En la actualidad, sus territorios han sido despojados por las empresas que realizan los megaproyectos: “aquí entre las explotaciones petroleras, los cultivos de palma y la ganadería, nos han afectado a todos, no solo a los indígenas. Las aguas están contaminadas y han traído consecuencias letales como mujeres estériles y niños enfermos” dice un capitán Sikuani.
